Pies bonitos en 3 pasos
Maltratados durante el verano con la arena, la sal y los zapatos abiertos, ¡hay que mimar los pies!
Gracias a ellas, podemos caminar, bailar, saltar, avanzar, retroceder... ¡vivir! Con 26 huesos, 20 músculos, 16 articulaciones y 107 ligamentos, nada se deja al azar para sostenernos en el día a día. Y al final del verano aparecen callos en mayor o menor medida. En efecto, bajo el efecto de la presión, las células se forman en mayor número, la piel muerta se acumula en los talones o en los dedos de los pies; si no intervenimos, puede volverse rápidamente dolorosa. En verano, nuestros pies están expuestos y más expuestos a las agresiones: microtraumatismos, sal, arena, etc.
Aprovechamos el inicio del nuevo curso escolar para darles un pequeño cambio de imagen: en tres etapas, quedarán flexibles, suaves y libres de sus imperfecciones. Y para hacernos los buenos estudiantes a principios de año, nos acostumbramos a hidratarnos los pies todos los días. Siga la guía.
Paso 1: Fregado en casa
La exfoliación es una parte esencial del cuidado de los pies y suaviza y alisa la piel eliminando las células muertas y las ligeras asperezas de la superficie. Antes de exfoliar, puedes tomar un baño de pies en agua a 37°C como máximo, lo que suavizará la piel y relajará los músculos. Después de 10 minutos, es el momento de exfoliar: para ello, Gommage Facile, el cuidado corporal exfoliante de Guinot con fibras Loofa es perfecto. Aplique una pequeña cantidad y masajee suavemente con movimientos circulares, concentrándose en las zonas más secas. Aclare y seque bien los pies para evitar que queden restos de humedad.
Paso 2: Conseguir una nueva piel en el Instituto
Si la exfoliación no es suficiente y la calentura persiste, puedes eliminar los callos en casa, utilizando una piedra pómez. Pero cuidado, el gesto debe ser muy suave y en la superficie porque cuando la piel se siente agredida, reacciona con el doble de fuerza. Lo mejor es someterse regularmente al tratamiento de Peeling de Pies en el Instituto Guinot cuando las callosidades son demasiado grandes y para evitar cualquier grieta o fisura. ¡Media hora para conseguir una nueva piel! Tras aplicar un gel específico que suaviza la piel y elimina las células muertas, su esteticista elimina las imperfecciones con una espátula profesional. A continuación, se aplica un tratamiento nutritivo e hidratante perfecto para la piel. El resultado: unos pies de bebé flexibles e hidratados sin ninguna aspereza.
Paso 3: hidratar y nutrir en casa
El último paso esencial en el cuidado de los pies es la hidratación. Para mantener los pies sanos, la piel debe estar nutrida e hidratada. Opte por la crema de pies Long Life y su fórmula ultra completa. Gracias a su Complejo Ambiental de Vida Celular con 56 ingredientes activos, potencia y relanza la regeneración celular. El aceite de almendras dulces nutre y suaviza, mientras que Liposkin restaura la barrera de la piel, a menudo dañada. Por último, la alantoína alivia y la microcidina purifica y desodoriza. ¿El gesto correcto? Todas las noches, masajea la crema en el pie, es relajante y la piel permanece suave y flexible durante mucho tiempo.
Si todavía está dudando, visite uno de nuestros salones de belleza.