¿Cómo puedo ayudar a mi piel a combatir el frío?

Cuando baja la temperatura, nuestra piel se ve maltratada y reacciona con mayor o menor intensidad. Para evitarlo, es posible darle todas las ventajas para protegerse del frío invernal.

Reforzar las barreras naturales

Cuando baja la temperatura, nuestra piel está maltratada y reacciona con mayor o menor intensidad. Para evitarlo, es posible darle todos los activos para protegerse del frío invernal.

La piel de nuestro rostro está sobreexpuesta a las temperaturas exteriores. La película hidrolipídica puede desequilibrarse, lo que provoca molestias, tirantez, enrojecimiento o sequedad extrema. ¿Por qué puede ocurrir esto? La película hidrolipídica es una barrera de la piel que actúa como un escudo y hace de barrera contra las agresiones externas. También previene la deshidratación al retener el agua en nuestras células. Desgraciadamente, cuando llega el clima invernal, la piel se ve muy perjudicada. El viento, el frío y las excesivas variaciones de temperatura entre el interior y el exterior alteran este frágil equilibrio. Para prevenir este fenómeno o reparar el daño, a veces bastan algunos buenos gestos.

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Evitar el malestar

Con el frío, la piel no es realmente tan flexible y se vuelve incómoda. El frío ataca la barrera de la piel, que tarda un poco más en repararse. Tienes que darle un pequeño empujón. Empieza por cambiar tu rutina. Opta por un sérum ultranutritivo como el Cellular Nutrient Serum, o por cremas más ricas de textura cocooning como la Nutri Comfort Cream, que rellena los huecos de lípidos de la epidermis. A la hora de desmaquillarte, opta por la suavidad, porque no debes desnudar la piel, sino mimarla. Utiliza una loción como Hydra Beauty Milk, que evita el aclarado con agua, cuya cal podría debilitar la piel.

Extinguir el enrojecimiento

Si la piel ya es sensible, el frío acentúa el fenómeno y aparecen las rojeces. Lo único que hay que hacer es ser amable. Primer paso: desmaquillarse. No utilice gestos abrasivos, evite los discos de algodón y utilice los dedos para trabajar la textura. Prefiera una leche como Hydra Sensitive Milk, que limpia sin agredir y cuyos activos calman y protegen la epidermis y reducen la sensación de irritación. Lo mismo ocurre con las cremas específicas para pieles sensibles para calmar la piel con suavidad. Puedes aplicar un sérum antirojeces, como Hydra Sensitive Serum, debajo de tu crema de día, o un sérum nutritivo en función de tus necesidades. Por último, refuerza tu rutina con una mascarilla calmante como Hydra Sensitive Mask dos veces por semana cuando haga frío.

Detener la tirantez

Cuando se siente, es una señal de que la película hidrolipídica se ha alterado. Por lo tanto, debe hacer todo lo posible para reconstruirlo lo antes posible. Además, al llevar una máscara protectora, la piel está sometida a un roce constante y no se repara tan bien. Para restablecer el equilibrio y restaurar la barrera cutánea, hay que nutrir y proteger la epidermis. Lo primero que hay que hacer es desterrar los exfoliantes mecánicos demasiado abrasivos. En su lugar, utiliza una vez a la semana un exfoliante enzimático como Biologic Scrub, combinado con una mascarilla nutritiva. Su ritual debe seguir siendo confortable: un desmaquillado suave, un sérum nutritivo y una crema acogedora como la Crema Nutrizone. Y para reparar en profundidad, el tratamiento Hydradermie Jeunesse Beauty Institute es ideal. La esteticista se centrará en sus necesidades, aquí la nutrición, para ofrecer a la piel todo lo que necesita para repararse, estar protegida y afrontar mejor las agresiones externas.